Centro Veterinario Ciudad de Palma - Palma del Río, Córdoba

JeSuDaa23 R.

David es un encanto de persona y se preocupa realmente por la salud de tus animales y por el buen trato a sus clientes. Recomendable 100%

Muuz M.

Ha sido mi primera vez en este Centro Veterinario y me ha gustado principalmente la limpieza y el orden que tienen, El veterinario atendió perfectamente a mi perrito con mucha atención y la chica que trabaja allí estuvo muy atenta y mostró mucho cariño y simpatía jugando con el, se nota que ama los animales, ellos me han inspirando confianza.

Rocio M. L.

Un trato de 10. Tengo 5 animales en este veterinario y a cada uno lo trata según su personalidad, con un cariño exquisito y, cuando puede, tiene detalles con ellos como regalarles una mantita, un cubo para que su pienso se conserve bien... Siempre que lo llamamos nos resuelve las dudas que tengamos sin problema y, si no puede en ese momento en cuanto se queda libre nos responde con un Whatsapp. Mil gracias por vuestro trato a Gobo, Bobi, Ohana, Salem y Prenda❤

Mariana P.

Muy buen trato,siempre te reciben con una sonrisa. Unos profesionales.

mary R. L.

Gracias x todo fui de urgencias y me hizo un hueco el trato buenísimo Gracias 🙂

Lourdes C.

No lo recomiendo y me encantaría explicar toda mi situación, pero lo único que digo que yo salí por esas puertas sin mi perrita

Olga F.

Publico por imagenes al superar caracteres. Pero, este sería un buen resumen:

Llevé a mi gato a su cita anual para la vacuna de la rabia. Poco después de salir de la consulta, comenzó a babear, ponerse nervioso y vomitar. Regresé de inmediato a la clínica, donde David, el veterinario que siempre lo ha atendido, lo revisó. Me dijo que probablemente era solo estrés, ya que mi gato es muy sensible. Aunque me quedé intranquila, me fui con la indicación de que si seguía vomitando, lo llevara de nuevo. El malestar de mi gato no paró: vomitó durante horas, desde el mediodía hasta la tarde. A las 17:00, volví a la clínica donde le pincharon un antiemético y me dijeron que cuando un gato empieza a vomitar, suele ser un ciclo. A pesar de que el veterinario parecía seguro, no salí nada convencida de la consulta.

El antiemético detuvo los vómitos durante unas horas, pero sobre las nueve de la noche, mi gato volvió a vomitar, de nuevo, espuma y bilis, y parecía estar aún peor. Apenas se movía, tenía las pupilas dilatadas, estaba muy débil, y maullaba de una manera que me alarmó. El momento más crítico fue cuando vomitó coágulos rojizos con mal olor.

Traté de contactar nuevamente con David, quien ofrece servicio de urgencias, pero no tuve respuesta. También llamé a otros veterinarios de la zona, pero no logré encontrar a nadie que pudiera atenderme en ese momento. Ante la desesperación de ver a mi gato empeorar, decidí ir personalmente a casa de David, que está cerca, ya que es mi vecino en la urbanización que vivo, como último recurso. Cuando finalmente salió su mujer, me dijo que David estaba enfermo y no podía atenderme. Me pareció muy inapropiado, sobre todo porque él mismo me había dicho que, si mi gato seguía mal, lo llevara el sábado para hacerle más pruebas. Pero mi gato no podía esperar; estaba medio muerto. Además, aunque hubiera esperado al sábado, ¿cómo habría contactado con él si ni siquiera respondía al móvil de urgencias?

Finalmente, tuve que buscar ayuda en un veterinario 24 horas en Lora del Río. Allí me atendieron de maravilla, y tras revisarlo, le inyectaron un corticoide para neutralizar lo que parecía ser una reacción a la vacuna. No pudieron confirmar que fuera culpa de la vacuna, pero eso parecía la causa más probable.

El diagnóstico fue que la mucosa del estómago de mi gato se había desprendido, causando úlceras, algo extremadamente doloroso. Le administraron también un analgésico y otro antiemético. Me sorprendió que el veterinario de urgencias se extrañara de que no supiera el nombre del antiemético que le habían dado antes, algo que tampoco me habían aclarado en la primera clínica.

Una completa decepción.

manuel P. L.

Aquí traigo a mis perros mi sitio de confianza el veterinario una bellísima persona